sábado, 21 de marzo de 2020

DÍA 8: LOS DELFINES

DÍA 8: LOS DELFINES Sábado 21 de Marzo de 2020


Quiero entender el para qué de todo esto. Aunque me digan que no tiene un para qué. Ni un por qué. Aunque sea in-entendible. Quiero que aclare el planeta y que emerjan delfines. Pero, no literalmente, como los delfines de Venecia. Sino a nivel trasfondo, como humanidad toda. Así, le dije a una amiga hoy en un mensaje. También le creí a Cortázar, creo que lo descubrí -tarde, si es que el tiempo fuera algo que existe- por estos días, y tengo que confesar que me enamoré. Me enamoré de lo sincero que intenta ser al perseguir imágenes. Hace magia. Él es la maga. 'Rayuela' es mi asignatura pendiente. Ya quiero. Después de nuestro yoga habitual, y nuestra gimnasia diaria, y nuestros desayunos diarios, y nuevos infectados diarios, y almuerzos, y gente muriendo de Sars-CoV-2 y muriendo de hambre y de vieja y de repente, y después de escribir y hablar y pensar y jardín y meditar y cielos celestes, hicimos con Tom una pequeña sesión de música en el 'porche' (siempre me gustó esa palabra, y siempre me gustaron los 'porches'). Muy a modo de probar si el vecindario nos da la mano en esta de apaciguar la inercia de los días de encierro con algunas melodías. A modo de abrazo colectivo, simbólico, con el vecindario. Fueron lindas las respuestas. Hubo abrazo. O especie de. Hasta algunos aplausos perdidos. Y hasta algún alarido tímido en busca de "otra, otra". Mañana vamos a repetir más temprano. Lo solos que estamos. Sí, aclarar las aguas para que asomen los delfines. Eso quiero. Hacemos tanto en pos de no encontrarnos con nosotros mismos, que el planeta sabiamente -e indirectamente a través de su enojo- nos está obligando a encerrarnos en nuestro propio cuadrado, a hurgar a ver qué anida adentro nuestro. Él también quiere que afloren nuestros propios delfines y las propias aguas cristalinas.




Limpieza Sagrada.

Vecindario. :) 

Hurgando adentro.