martes, 5 de mayo de 2020

DÍA 53: EL FINO CAMBIO

Una vez vi una obra de teatro de una compañía que venía de oriente: era danza Butoh. Aparentemente no había cambio en la escena. Arrancaba con un gran espacio blanco y despojado. De golpe, tenías 50 calas gigantes y varios actores bailando una danza pausada. Era de ensueño la pieza. No sé en qué momento ese desierto blanco se pobló y no sé en qué momento volvió a tornarse un desierto. Pero te digo que pasaron las dos cosas; tengo prueba de eso. Solo que la mutación se dio con tanta elegancia...

No hay certeza de cómo.... pero de golpe, se produjo el cambio. Él anda más serio. Más acelerado. Escurridizo. Ido. Más flaco. Perdido. O demasiado encontrado, no sé. Creció la distancia. Mucha interferencia. Andan saturadas las capas de conexión. Quedamos re lejos. Arrancó ayer. Es increíble cómo, imperceptiblemente, las cosas mutan notoriamente. Se trata de una mutación que se da con tanto disimulo, que ni te percatás.