jueves, 16 de abril de 2020

DÍA 34: CRÓNICAS DE UNA GIRA QUEBRADA

Desde Portugal, los coordinadores del Festival del cual iba a formar parte con CHRISTIANE, mi obra, me pidieron hace algunos días que escribiera un texto contando mis sensaciones frente a lo ocurrido en este último mes en el mundo.... cómo me había impactado a mí en términos de mi viaje con la pieza teatral.

Me resulta atinado compartirles lo que escribí, acá.




DESEO QUE MAÑANA PUEDA SEGUIR LLAMÁNDOSE
Crónicas de una gira quebrada por un planeta en transición


Mi nombre es Belén Pasqualini y tengo 34 años, Soy una creadora de Buenos Aires, Argentina, con más de 12 años de recorrido en teatro, televisión, música y cine, tanto a nivel nacional, como internacionalmente. Hace 3 años que vengo viajando por el mundo con una obra unipersonal que combina teatro, música y ciencia, llamada CHRISTIANE. UN BIO-MUSICAL CIENTÍFICO. Se trata de un homenaje en vida a mi abuela paterna, una reconocida investigadora de leucemia de, hoy 100 años. Ella se llama Christiane Dosne Pasqualini. La obra surgió como un regalo a mi abuela y, paradójicamente, la que me terminó regalando innumerables alegrías y anécdotas con este proyecto, fue mi ella a mí, con esta obra que tanta gratificación trajo a mí y, a todas las personas que experimentan la pieza durante sus funciones.

En Marzo de 2020 yo me encontraba de gira por primera vez en Europa con CHRISTIANE, cuando una pandemia se abrazó al mundo entero. Lo que empezó siendo una gripe contagiosa en China, se propagó por Italia... y luego, por todas partes. Coronavirus: especie de enemigo invisible que atenta contra todos... sin hacer excepción de ningún tipo. De las 18 funciones en 90 días que tenía programadas en diversas ciudades de España, Portugal, Francia e Italia, sólo logré concretar sólo 2 (una en Madrid y otra en Granada), teniendo que cancelar las otras 16.

Me encontraba en Beja, cuando la decisión de interrumpir la gira -a tan sólo 20 días de haber comenzado el viaje- se instaló. Con mucha ilusión, arribé el 10 de Marzo a la ciudad sureña de Portugal, con deseos de comenzar el Festival Internacional de Teatro do Alentejo (FITA). Para ese entonces, las noticias amargas en relación al virus venían de mal en peor.... y lo que arrancó como una posible cancelación de sólo parte de las funciones del festival, culminó en una cancelación total de la programación (en mi caso, tratándose de 5 funciones).

Lógicamente, lo primero que me surgió pensar fue: "¿Por qué me pasa esto a MÍ? N puede ser verdad. ¿Por qué ocurre esta pandemia en medio de MI gira?". Ese inicial "YO" que inundaba todos mis pensamientos y oraciones, luego pasó a calmarse y a saciarse, comprendiendo que realmente la situación era mas compleja de lo que parecía y que todo el planeta estaba bajo el efecto de este virus inmune. Por lo que no demoré mucho en eliminar ese "YO" narcisista y egocéntrico de mis pensamientos primarios. Al día de haber llegado a Beja, estaba sacándome un pasaje de extrema urgencia para retornar a la Argentina, antes de que fuera demasiado tarde. Frente a tanta incertidumbre sobre lo que pasaría, el anhelo por volver a la casa propia, se tornó mi prioridad. Y afortunadamente, conseguimos dos pasajes aéreos con destino a casa con escala en Madrid, junto a mi hermano, con quien estábamos en la gira.

Despedirse de un equipo de creativos que programan con tanto esfuerzo y amor un festival; despedirse de los muchos 'teatreros' y artistas que, llegaron a Portugal para ser parte de este evento tan anhelado; despedirse, sin siquiera haber comenzado la experiencia, es una sensación muy extraña. Horas antes de partir para Lisboa, en el último almuerzo colectivo, sentí el deseo de regalarles a todos los colegas del festival una de mis canciones al piano, a modo de abrazo colectivo que apañara tanta tristeza e incertidumbre repentina.

Ya durante la mañana del 12 de Marzo. viajando en un avión que partía desde Lisboa, seguía sin entender el por qué de todos estos cambios de planes y el "YO" egocéntrico del principio, amagó con volver muchas veces a mis pensamientos. Pero rápidamente lo obligué a callarse, mostrándole que éramos muchos -sino la mayoría- los que llevábamos un barbijo puesto en un avión que nos devolvía a nuestras casas.... y que realmente por vez primera estábamos viviendo algo fuera de serie. Por lo que, seguramente, toda la humanidad se estaría preguntando: "¿Por qué a mí?" Aunque también la alternativa podría ser preguntarse: "¿Por qué a mí no?" Es increíble cómo los humanos creemos que somos impunes... cuando no es así.

Las lágrimas siguieron bajando por mi cara mientras el avión planeaba entre las nubes. Las lágrimas siguen bajando inclusive ahora, mientras me encuentro aislada y en cuarentena en mi casa argentina, dónde estoy ya hace mas de 35 días. Las lágrimas vienen a expresar el dolor de esa fractura repentina en mi gira que un virus trajo a mi vida, y a la de todos. Un párrafo enorme debería destinar a todas las personas que vieron partir a seres queridos en estos días, debido al coronavirus; y otro gran párrafo, a toda la gente que sigue yendo todos los días a trabajar, exponiéndose al virus por nosotros, para que tengamos alimentos, salud, seguridad. A todos ellos, mi redención absoluta, total. 


La canción al equipo del FITA.
Beja, Portugal 11 de MArzo de 2020