Me resulta atinado compartirles lo que escribí, acá.
DESEO QUE MAÑANA PUEDA SEGUIR LLAMÁNDOSE
Crónicas de una gira quebrada por un planeta en transición
Mi nombre es Belén Pasqualini y tengo 34 años, Soy una creadora de Buenos Aires,
Argentina, con más de 12 años de recorrido en teatro, televisión, música y cine, tanto a nivel
nacional, como internacionalmente. Hace 3 años que vengo viajando por el mundo con una obra
unipersonal que combina teatro, música y ciencia, llamada CHRISTIANE. UN BIO-MUSICAL
CIENTÍFICO. Se trata de un homenaje en vida a mi abuela paterna, una reconocida investigadora de
leucemia de, hoy 100 años. Ella se llama Christiane Dosne Pasqualini. La obra surgió como un
regalo a mi abuela y, paradójicamente, la que me terminó regalando innumerables alegrías y
anécdotas con este proyecto, fue mi ella a mí, con esta obra que tanta gratificación trajo a mí y, a
todas las personas que experimentan la pieza durante sus funciones.
En Marzo de 2020 yo me encontraba de gira por primera vez en Europa con CHRISTIANE,
cuando una pandemia se abrazó al mundo entero. Lo que empezó siendo una gripe
contagiosa en China, se propagó por Italia... y luego, por todas partes. Coronavirus: especie de
enemigo invisible que atenta contra todos... sin hacer excepción de ningún tipo. De las 18 funciones
en 90 días que tenía programadas en diversas ciudades de España, Portugal, Francia e Italia, sólo
logré concretar sólo 2 (una en Madrid y otra en Granada), teniendo que cancelar las otras 16.
Me encontraba en Beja, cuando la decisión de interrumpir la gira -a tan sólo 20 días de haber
comenzado el viaje- se instaló. Con mucha ilusión, arribé el 10 de Marzo a la ciudad sureña de
Portugal, con deseos de comenzar el Festival Internacional de Teatro do Alentejo (FITA). Para ese
entonces, las noticias amargas en relación al virus venían de mal en peor.... y lo que arrancó como
una posible cancelación de sólo parte de las funciones del festival, culminó en una cancelación total
de la programación (en mi caso, tratándose de 5 funciones).
Lógicamente, lo primero que me surgió pensar fue: "¿Por qué me pasa esto a MÍ? N puede
ser verdad. ¿Por qué ocurre esta pandemia en medio de MI gira?". Ese inicial "YO" que
inundaba todos mis pensamientos y oraciones, luego pasó a calmarse y a saciarse, comprendiendo
que realmente la situación era mas compleja de lo que parecía y que todo el planeta estaba bajo el
efecto de este virus inmune. Por lo que no demoré mucho en eliminar ese "YO" narcisista y
egocéntrico de mis pensamientos primarios. Al día de haber llegado a Beja, estaba sacándome un pasaje de extrema urgencia para retornar a la Argentina, antes de que fuera demasiado tarde. Frente
a tanta incertidumbre sobre lo que pasaría, el anhelo por volver a la casa propia, se tornó mi
prioridad. Y afortunadamente, conseguimos dos pasajes aéreos con destino a casa con escala en
Madrid, junto a mi hermano, con quien estábamos en la gira.
Despedirse de un equipo de creativos que programan con tanto esfuerzo y amor un festival;
despedirse de los muchos 'teatreros' y artistas que, llegaron a Portugal para ser parte de este evento
tan anhelado; despedirse, sin siquiera haber comenzado la experiencia, es una sensación muy
extraña. Horas antes de partir para Lisboa, en el último almuerzo colectivo, sentí el deseo de
regalarles a todos los colegas del festival una de mis canciones al piano, a modo de abrazo colectivo
que apañara tanta tristeza e incertidumbre repentina.
Ya durante la mañana del 12 de Marzo. viajando en un avión que partía desde Lisboa, seguía
sin entender el por qué de todos estos cambios de planes y el "YO" egocéntrico del principio, amagó
con volver muchas veces a mis pensamientos. Pero rápidamente lo obligué a callarse, mostrándole
que éramos muchos -sino la mayoría- los que llevábamos un barbijo puesto en un avión que nos
devolvía a nuestras casas.... y que realmente por vez primera estábamos viviendo algo fuera de
serie. Por lo que, seguramente, toda la humanidad se estaría preguntando: "¿Por qué a mí?"
Aunque también la alternativa podría ser preguntarse: "¿Por qué a mí no?" Es increíble cómo los
humanos creemos que somos impunes... cuando no es así.
Las lágrimas siguieron bajando por mi cara mientras el avión planeaba entre las nubes. Las
lágrimas siguen bajando inclusive ahora, mientras me encuentro aislada y en cuarentena en mi casa
argentina, dónde estoy ya hace mas de 35 días. Las lágrimas vienen a expresar el dolor de esa
fractura repentina en mi gira que un virus trajo a mi vida, y a la de todos. Un párrafo enorme debería
destinar a todas las personas que vieron partir a seres queridos en estos días, debido al coronavirus;
y otro gran párrafo, a toda la gente que sigue yendo todos los días a trabajar, exponiéndose al virus
por nosotros, para que tengamos alimentos, salud, seguridad. A todos ellos, mi redención absoluta,
total.
La canción al equipo del FITA.
Beja, Portugal 11 de MArzo de 2020