Antes teníamos abrazos.
Ahora solo llamadas por whatsapp.
Antes bailábamos y los cuerpos se olían, y el olor era a transpiración.
Ahora hacemos gimnasia por youtube.
Antes el fin de semana se esperaba con ansias para reencontrar con los amigos en un bar, cerveza de por medio.
Ahora tomamos un mate con amigos por Zoom y la 'salida' se corta a los 40 minutos..
Antes nos teníamos en tridimensión.
Ahora sólo nos tenemos a través de una pantalla.
Todo esto tuvo que pasar, para que valoremos lo hermoso del tacto. El tacto es el que se perjudicó en este aislamiento. Extraño tocar.