domingo, 10 de mayo de 2020

DÍA 58: SEGUIR DIGIRIENDO

Hay cosas que amarran y otras que desmoronan. Y en simultáneo también: me estoy amarrando y desmoronando todo el tiempo desde y hacia todas las cosas. Ni la muerte ni la vida son tan meritorios. Los logros y las muertes son parte de lo mismo. ¿Por qué celebramos los primeros y lloramos las segundas? Conozco poca gente que realmente no hace distinción entre su modo de reaccionar frente a unos y otras.

Digerir algunas situaciones puede llevarte más "masticadas" de las que te imaginás. Lo más valioso de esa acción de masticar es que te invita al silencio (no importa si sos más o menos educadx para comer)... pero mientras masticás está claro que tenés que hacer silencio. En la música, el silencio es el valor máximo. Silencio es también decir. Y hay silencios que dicen mucho.

Reencuentrarse de golpe con personas que tenías lejos es maravilloso. Es como reencontrarte con un libro que dejaste de leer hace tiempo. Sos otra cuando lo volvés agarrar. Con las personas y los vínculos pasa lo mismo, más allá de la posible conexión y complicidad que se mantengan intactos con el correr del camino.